Como parte de mi intensa investigación sobre las diferentes posturas sensuales posibles para una relación especial, he probado una de las más inusuales para ti: la postura de la Amazona. Viajé a Yverdon para reunirme con Amanda, especialista en esta práctica.
Nos encontramos en un pequeño piso de dos plantas con vistas a la ciudad. El ambiente erótico se palpaba de inmediato: enormes cortinas, bufandas y peluches en la escalera, paredes cubiertas de dibujos sensuales. Amanda, una mujer de pelo largo, ojos verde oscuro y piel morena, me saludó cordialmente.
Empezó a explicar la posición de la amazona: la mujer debe colocarse con las piernas separadas, mientras que el hombre debe situarse frente a ella, entre sus piernas. A continuación, la mujer debe apoyarse en las paredes o en los muebles para mantener la estabilidad. A continuación, el hombre debe penetrar a la mujer en su zona genital, y también debe apoyarse contra las paredes o los muebles para mantener su estabilidad y evitar caerse.
Empezamos a probar la posición amazona, y me cuesta mantenerme erguida para no caerme. Amanda asumió su papel y nos guió, diciéndonos hasta dónde teníamos que llegar para que ella pudiera mantenerse en pie. Empezamos a adaptarnos la una a la otra, y poco a poco sentí que me llenaba esa intensa sensación erótica.
Lo he probado por ti y sin duda volveré a Amanda en Yverdon para descubrir otras posiciones de Amazon.